GREGORIO MUELAS BERMÚDEZ/ HEBERTO DE SYSMO. LA SOLEDAD ENCENDIDA. COLECCIÓN POESÍA ULTRAMARINA. ULTRAMARINA EDITORIAL, 2015
Lo primero que llama la atención de este libro es su exquisita factura. La cubierta, elaborada de forma artesanal, está realizada en cartón y en bambú entrelazado con hilo y cuenta con un precioso y delicado dibujo de una de nuestras mejores haikin, Susana Benet. Los haikus de Gregorio Muelas Bermúdez y de Heberto de Sysmo (ambos nacidos en Valencia y en 1977 y con una obra literaria ya consolidada) están ilustrados con dibujos de ramas, tallos, pétalos o estambres de diversas especies florales debidos a la mano de Sara García Lafont. «Escribir haiku —afirma Mila Villanueva en el documentado prólogo— es, al fin y al cabo, una forma de devoción, una ofrenda ante ese altar tan accesible que constituye la propia naturaleza». Nuestros autores, en una perfecta simbiosis, han conseguido fundir sus respectivas voces poéticas en una sola voz. De esta forma, la paternidad queda superada por esa devoción a la que alude Mila Villanueva, y es que el fervor, la empatía, la contemplación que sustentan el casi invisible armazón de esta delicada forma japonesa debe estar unida a una manera de ser afable, compasiva, serena que transmita humildad y respeto ante cualquier forma de vida. Con todo, el haiku, más que a una determina métrica —por otra parte, no siempre invariable —, debe ser fiel a unas reglas de carácter, podríamos decir, temático, aunque este extremo ha variado mucho no sólo entre los practicantes del haiku fuera de Japón, sino entre los mismos escritores japonés actuales, a quienes preocupan asuntos de carácter social, ambiental o económico que han incorporado al haiku. El tema principal por antonomasia ha sido el transcurso de las estaciones, el paso del tiempo, descrito en leves impresiones teñidas en algunos casos de nostalgia, pero en las que no escasea la serenidad contemplativa o el agradecimiento vital. Hoy en día, el paisaje rural se ha transformado, cuando no ha desparecido, y los modos de vida urbanos se han acabado imponiendo socialmente. En buena lógica, el haiku se ha visto impelido a adaptarse a esa nueva situación. El paisaje, en buena medida, determina el carácter, y el haikin, proceda de donde proceda, no vive encapsulado, ajeno a las fluctuaciones demográficas y administrativas, no puede desmarcarse del tiempo que le ha tocado vivir, por eso el haiku, que tradicionalmente presentaba una imagen vinculada a la naturaleza, sin elaborarla ni juzgarla, sólo describiéndola con aparente asepsia, dejando que la mente del lector fuera donde le llevara su particular sentido, ha variado hasta inmiscuirse en temas de actualidad. No es el caso que nos ocupa, porque no me cabe ninguna duda de que tanto Muelas Bermúdez como de Sysmo han interiorizado una forma de mirar el entorno muy próxima a la que profesa la cultura tradicional japonesa, solo así se pueden escribir haikus tan hermosos y logrados como los que podemos leer en esta joya de libro, La soledad encendida (Raúl Fortes Guerrero lo explica con precisión en el epílogo: «No podía sus autores haber escogido un título más acertado para este libro, pues lo que sus poemas prenden en su mente y en su corazón, anudados ambos en el vocablo japonés kokoro, no es otra cosa que la llama del conocimiento…»), haikus que trasmiten la levedad de una pluma en el aire, haikus que hay que tocar/leer con la misma delicadeza con la que se tocan los pétalos de las flores que lo ilustran. Son innumerables los ejemplos que podríamos transcribir, pero la misión de este comentario es animar a los lectores a leer el libro, por eso me limitaré a dejar unas pequeñas muestras escogidas al azar: «del agua encharcada/ en una huella,/ beben dos pájaros», «pequeñas gotas/ penden de las espinas;/ jardín de otoño» o «aún destila/ su perfume la rosa/ entre las páginas». No me extrañaría que, al leerlos, alguien pensara que está frente a una antología de poesía japonesa. Podrían formar parte de ella, porque pocas veces esta fidelidad a la que he hecho alusión más arriba, encuentra acomodo tan convincente.